28' Bergés 74' Morquio
San Telmo - 1
5' Ayala
Maxi Ayala, autor del gol, la cubre ante la marca de Machado
En un flojísimo partido, el Candombero mostró una pobre imagen y cayó ante el peor equipo de la Primera B. Arrancó para golear, terminó perdiendo la brújula.
Y llegó la primera derrota nomás. Las preguntas son las siguientes: ¿es conveniente perder jugando mal, como finalmente ocurrió? ó, ¿es preferible perder pero haber jugado bien, saliendo con la frente alta, como finalmente no ocurrió?. Si la imagen hubiera sido positiva, seguramente la única sensación sería bronca. Pero como San Telmo mostró su peor versión, además de bronca queda preocupación a raíz del rendimiento. Es elogiable lo logrado en estas pocas fechas por el conjunto de Reinoso, pero es necesario asumir que los últimos dos encuentros poco se parecieron a los primeros en este torneo. Español nunca supo a que jugó, nunca entendió lo que quería dentro de la cancha, y sin embargo aprovechó la pasividad de un Candombero que permitió ser inferior a un rival que no hizo los meritos para serlo.
Una sóla jugada fue suficiente para saber que el Gallego era facilmente vulnerable. Y precisamente fue la del único gol santelmista. Un pelotazo de Gambandé encontró el desconcierto de Sosa y Morquio, los centrales del local, y Maxi Ayala aprovechó la pelota dentro del área, se sacó de encima al arquero y definió para establecer la primera ventaja. En cuestión de minutos, si la historia seguía su curso normal, San Telmo debía estar minimamente dos o tres goles encima de un rival que brindaba todas las ventajas necesarias para los delanteros. Pero las impresiciones del mediocampo candombero comenzaron a aparecer, las bandas poco se utilizaron para atacar, y entonces todo quedaba en el intento. Vaccaría de vez en cuando aprovechaba las espaldas de los centrales, pero su mejor escapa por derecha no la pudo capitalizar Ayala pifiando un pase atrás que lo dejó sólo frente al arquero. Así, en una pelota parada, Español llegó al empate. Mendoza no pudo sacar un centro bajo y Bergés, desde la medialuna, remató de zurda y la pelota entró pidiendo permiso por el palo izquiero de Gambandé. Si el equipo de Gustavo Cisneros no encontraba el empate nadie decía nada, no iba a ser ninguna sorpresa que Telmo se vaya ganando al descanso sin siquiera ser más ni menos que los gallegos.
La segunda parte fue un bochorno futbolístico. Exageradamente cortado por diversas lesiones que paraban el encuentro a cada rato, el partido fue envuelto por la mediocridad. San Telmo ya no atacaba ni daba dos pases seguidos, mientras que Español iba sin saber a donde. Una contra que encabezó Seevald y dejó mano a mano a Vaccaría fue lo más claro del candombero, nada más. Hasta que Silva se encendió un segundo, juntó a tres jugadores en el primer palo y envió un centro al segundo, por lo bajo, para la aparición de Morquio que empujó la bocha al fondo de la red, cuando todos estabamos seguros de que la iba a colgar a la tribuna. Y como no podía ser de otra manera, el partido terminó como se desarrolló, con impresiciones y hasta la mancha negra que fue la expulsión de Caldiero. Derrota, que a nadie le gusta pero probablemente sirva para no seguir cometiendo ciertos errorres.
A levantar cabeza y no dramatizar, el equipo tiene potencial de sobra y no todos los partidos se van a jugar bien y ganar como se venía haciendo. San Telmo es mucho más de lo que fue en este encuentro, los jugadores y la gente lo sabe, y esperemos que la preocupación desaparezca ante Sarmiento.
EL PODIO:
ORO: Nuevamente, vacante.
PLATA: El que que siempre intentó jugar y cambiar de carátula la imagen de Telmo fue Marcelo Lamas.
BRONCE: Carlos Ojdea. Bien en la marca, afirmándose por izquierda.
ALUMINIO: Flojo debut en el Candombero. Alexis Brizuela no gravitó por derecha y se fundió fisicamente.