Armenio -2
9' Dos Santos 83' Ruiz
San Telmo - 0
Dos deplorables actuaciones, la del Candombero y el arbirtro Gutierrez, decretaron una nueva derrota y ya son once las fechas sin sonrisas. La caída no parece tener fin, y el equipo no tiene idea a que juega.
Ya se acabaron las excusas. Que lesionados, suspendidos, cambios de esquema, etc. Es inadmisible soportar tremenda racha sin victorias, sin aunque sea síntomas de recuperación. Se supone que la historia tendría que pintar al revés, con un equipo luchando contra las limitaciones y dejando todo en la cancha. Hasta ahora lo único que están dejando son marcas en los cuerpos de los jugadores rivales, con mitad del equipo amonestado cada partido y un hombre menos todas las jornadas. Ya no interesa realizar dos, tres o cuatro cambios encuentro tras encuentro, aquel que entra debe olvidarse que está reemplazando a otro e intentar ganarse el puesto con juego y personalidad, no pensar que al próximo partido vuelve al banco o ni siquiera será concentrado. Y las ideas tienen que ser más claras. El estilo, desde que asumio Gonzalo Gonzalez, se perdió por completo. Desordenado y todo, el equipo llegaba y mucho. Ahora, intentando ser prolijo tácticamente, termina cediendo espacios y sin crear temor en campo rival.
El match pintaba para bodrio total. Dos equipos sumergidos en la mediocridad, un campo de juego lamentable y un clima de entrenamiento, con muy poco público en las tribunas. De movida, cuando ninguno había tomado la iniciativa, el arbitro Gutierrez agarró la posta. Pitó un penal extremadamente dudoso en favor del local, por una supuesta mano de Caldiero que forcejeaba con un delantero rival. Gol de Dos Santos y aquella idea de defenderse se derrumbó en pocos minutos. Victor Gómez se hacía un festín con Ojeda e Inda y, a todo esto, con los defensores de Telmo intentando sacudirlo con faltas, Gutierrez entraba en su salsa y amonestaba por doquier. Desde los pies de Walter Gómez y dos tiro libres llovidos que bajaron de golpe, el Candombero tuvo el empate negado por las voladas de Bangert.
La segunda parte debía encontrar un San Telmo mas arriesgado. Sin embargo, la ambición por encontrar el empate apareció con el ingreso de Di Zeo, quién se amigó con la pelota y le brindó un aporte positivo al equipo en la faz ofensiva. Justamente el enganche casi marca el empate con un disparo que Bangert sacó con sus piernas, siendo la situación más clara en el complemento. Pero en el mejor momento del partido para el elenco de Gonzalez, la expulsión de Ojeda por codazo a Ruiz y un bombazo de este último sobre el ángulo de Gambandé, enterraron todas las chances que existían de robar un punto en Maschwitz. Una nueva derrota que envuelve una racha tremendamente negativa, con rendimientos que van de mal en peor.
Un sólo partido queda para terminar el año. Una sola posibilidad de que el equipo regale al menos una sonrisa. Sinceramente, poco importa si juega bien o mal contra Almagro, total el receso y la pretemporada van a hacerlo olvidar. Hay que ganar como sea, con el equipo que se presente en cancha cualquiera sean las modificaciones, el esquema y las posiciones que cada jugador ocupe en el terreno.