Villa San Carlos - 1
5' G. Raberta
Ante un rival práctico y endeble, el Candombero cayó nuevamente y complica su situación en los promedios. Mejoró en el complemento, pero no alcanzó para lograr el empate.
Fue la practicidad ante la desesperación. La peor versión santelmista por momentos volvió a aparecer fugazmente. Los fantasmas de aquella racha historicamente negativa se pasearon por momentos en el estadio de Comu, pero lo importante es que hubo reacción ante la adversidad. Llegó tarde, es cierto, ya que Telmo regaló el primer tiempo. Mejor dicho, San Carlos lo aplacó. Sólido desde todas sus líneas, el rival de Berisso encontró rápido la ventaja y se aferró a ella con uñas y dientes. Pudo liquidarlo, pudo empatarlo el Candombero. Pero esa ventaja inicial nunca más se movió y una nueva derrota vuelve a zucumbir sobre el ánimo azul celeste.
Todos se sorprendieron cuando Gonzalo Raberta abrió la cuenta a los cinco minutos de iniciado el match. Un veloz ataque del conjunto de Rezza encontró al volante derecho de la visita en posición solitaria tras un remate pifiado de Campozano. Desde temprano había que remar desde atrás, con lo que cuesta ante este tipo de rivales. Desde los pies de Silva, los celestes apilaban defensores y tenían servido el segundo. La defensa de Telmo estuvo floja toda la tarde. Aguimcer y San Esteban comenzaban, de a poco, a eregir una defensa invulnerable desde arriba y abajo. El equipo de Reinoso nunca encontró, en el primer tiempo, las ideas y caminos para generar peligro. Vaccaría y Perez no recibieron ninguna pelota limpia y eso fue, sin dudas, por el poco juego que se generó en mitad de cancha. Díaz no gravitó por izquierda y Santúa era puro entusiasmo, con poca claridad. Lezcano se fue apagando por las permanentes infracciones a las que era sometido. Floja sensación dejó Telmo en la primera mitad.
Reinoso se inclinó en el complemento por el ingreso de Mendoza. Aquel cambio le brindó al local llegada por y dinámica por el sector derecho. En los pies del ingresado, nacieron las opciones más peligrosas y que hicieron temblar a la defensa rival. Primero con un centro a Perez, que metió un cabezazo que se fue encima del travesaño. Más tarde, en la más clara de la tarde, con un centro preciso para el frentazo de Vaccaría, que Volpe se encargó sacó de manera fenomenal al córner. Muchos cambios ofensivos metieron casi todos los jugadores en campo de San Carlos. Sin embargo, le defensa Villera sacó todo y fue la responsable de mantener la victoria. De contra, San Carlos lo pudo liquidar pero Gambandé, en dos ocasiones, dejaba con vida a Telmo. Vida que terminó con el pitazo de Yamil Possi, y que apagó todas las esperanzas de empatar el encuentro.
La recta final del campeonato nos encuentra nuevamente, como en los úlimos certamentes, luchando la permanencia prácticamente con los rivales directos de siempre. Es un duelo cabeza a cabeza donde el más entero futbolística y animicamente mantiene la categoría. San Telmo no debe entrar en las dudas y el bajón que lo llevaron a esta situación. Se prendió la alarma, pero el equipo mismo tiene el dispositivo para apagarla y dormir tranquilo.
Fue la practicidad ante la desesperación. La peor versión santelmista por momentos volvió a aparecer fugazmente. Los fantasmas de aquella racha historicamente negativa se pasearon por momentos en el estadio de Comu, pero lo importante es que hubo reacción ante la adversidad. Llegó tarde, es cierto, ya que Telmo regaló el primer tiempo. Mejor dicho, San Carlos lo aplacó. Sólido desde todas sus líneas, el rival de Berisso encontró rápido la ventaja y se aferró a ella con uñas y dientes. Pudo liquidarlo, pudo empatarlo el Candombero. Pero esa ventaja inicial nunca más se movió y una nueva derrota vuelve a zucumbir sobre el ánimo azul celeste.
Todos se sorprendieron cuando Gonzalo Raberta abrió la cuenta a los cinco minutos de iniciado el match. Un veloz ataque del conjunto de Rezza encontró al volante derecho de la visita en posición solitaria tras un remate pifiado de Campozano. Desde temprano había que remar desde atrás, con lo que cuesta ante este tipo de rivales. Desde los pies de Silva, los celestes apilaban defensores y tenían servido el segundo. La defensa de Telmo estuvo floja toda la tarde. Aguimcer y San Esteban comenzaban, de a poco, a eregir una defensa invulnerable desde arriba y abajo. El equipo de Reinoso nunca encontró, en el primer tiempo, las ideas y caminos para generar peligro. Vaccaría y Perez no recibieron ninguna pelota limpia y eso fue, sin dudas, por el poco juego que se generó en mitad de cancha. Díaz no gravitó por izquierda y Santúa era puro entusiasmo, con poca claridad. Lezcano se fue apagando por las permanentes infracciones a las que era sometido. Floja sensación dejó Telmo en la primera mitad.
Reinoso se inclinó en el complemento por el ingreso de Mendoza. Aquel cambio le brindó al local llegada por y dinámica por el sector derecho. En los pies del ingresado, nacieron las opciones más peligrosas y que hicieron temblar a la defensa rival. Primero con un centro a Perez, que metió un cabezazo que se fue encima del travesaño. Más tarde, en la más clara de la tarde, con un centro preciso para el frentazo de Vaccaría, que Volpe se encargó sacó de manera fenomenal al córner. Muchos cambios ofensivos metieron casi todos los jugadores en campo de San Carlos. Sin embargo, le defensa Villera sacó todo y fue la responsable de mantener la victoria. De contra, San Carlos lo pudo liquidar pero Gambandé, en dos ocasiones, dejaba con vida a Telmo. Vida que terminó con el pitazo de Yamil Possi, y que apagó todas las esperanzas de empatar el encuentro.
La recta final del campeonato nos encuentra nuevamente, como en los úlimos certamentes, luchando la permanencia prácticamente con los rivales directos de siempre. Es un duelo cabeza a cabeza donde el más entero futbolística y animicamente mantiene la categoría. San Telmo no debe entrar en las dudas y el bajón que lo llevaron a esta situación. Se prendió la alarma, pero el equipo mismo tiene el dispositivo para apagarla y dormir tranquilo.