ERA HEROICO... ERA

Estudiantes - 3
18' Caprarullo e/c 19' Montenegro 88' Gasperi
San Telmo
- 2
47' Perez 83' Evangelisti

De manera agónica e increíble, el Candombero conseguía un empate impensado. Pero una vez más, con el pésimo aribtraje de Gutierrez, se quedó con las manos vacías y tres jugadores menos. Destacadísima entrega del equipo, aunque de fútbol muy poco.

Todo análisis y reproches que se podían hacer acerca del rendimiento de Telmo iban a quedar en total segundo plano. Cuando corrían 39 minutos del segundo tiempo y el conjunto de Reinoso jugaba con nueve hombres, el arquero Evangelisti, desde atrás de mitad de cancha y mediante un tiro libre, empató el partido con un tremendo remate que contó con la ayuda del viento y la cabeza del Malevo Ferreira. Después de ir 0-2 ningún jugador sabía para donde correr a festejar, ni siquiera el guardametas santelmista que abrazaba a quien se le cruzaba en el camino. Era uno de esos momentos que uno siempre imagina, chicaneando con amigos, el de empatar sobre la hora con dos menos y un gol de chiripa, y ni hablar si es del arquero. Fue un sueño precoz, casi ni pudimos acariciarlo. Poco despúes, a segundos del final, el Pincha llegó al tercero tras una jugada claramente confusa, donde al menos cuatro jugadores locales estaban en offside y en la que Gasperi clavó el derechazo que definió el pleito. El línea se quedó perplejo, el árbitro se lavó las manos, expulsó a Evangelisti por protestar (con lógica bronca y sentido) y Estudiantes se llevó la victoria. Nunca una para nuestro lado.
Para llegar a ese emotivo y dramático final hubo que pasar por un trámite casi sin inconvenientes para el elenco de Salvador Pasini. Como ante Brown, San Telmo y Reinoso regalaron el primer tiempo. Nuevamente los jugadores se desentendieron del planteo propuesto, sumado a varios debuts de juveniles y refuerzos que no llegaron a adaptarse al partido. En apenas dos minutos, y sin que pase mucho en el encuentro, el conjunto local hizo la diferencia con distracciones en pelota parada que vienen costando caro y marcan tendencia en este par de partidos. Martín Ríos, arquero Pincha, no tocó la pelota en todo el primer tiempo y el campo rival poco se pisó. Lezcano careció de compañía, Vigna y Pekarnik vivían derrapando para recuperar pelotas, Torres no aportó en absoluto y Cipriani se peleaba con los centrales.
Otra vez, como en la fecha pasada, la Vieja metió cambios de movida para el complemento y casi sin buscarlo, tras un pelotazo largo de Evangelisti que encontró mal parada la defensa Pincha, Lezcano habilitó al ingresado Perez y en el amanecer de la segunda parte San Telmo se encontraba con el descuento. A Estudiantes lo apoderaron los nervios, mientras que al Candombero le significó un guiño de esperanza, ya que no había indicios de recuperación tras el flojísimo primer tiempo. El viento y la desconfianza en la defensa hizo que el local se arrincone atrás, y Telmo llevó riesgo con algunos centros y pelotazos frontales. De a poco el match se fue emparejando y entre Montenegro y Cardozo Estudiantes desperdició chances inmejorables para liquidar la historia. Vigna se fue expulsado primero por una infracción más propia del estado del campo que de la imprudencia. Escaso sentido común de Gutierrez. Y Caprarullo vio la doble amonestación en una simple infracción que no merecía la misma. Nada hacía suponer que algo iba a cambiar. Sin embargo, ocurrió la apasionante historia anteriormente narrada y casi que nos sentimos realizados, tocados por la varita. Una vez se algún ente superior se acordó de nuestra existencia. Poco duró. Aquellos cuatro, cinco, seis jugadores de Estudiantes en posición adelantada y el posterior gol, tiraron por la borda la increíble anecdota que teniamos para contarle a nuestros cercanos. "No sabés amigo : jugando mal, con dos menos y sobre la hora, el arquero empató el partido con un tiro libre de mitad de cancha". Nada de eso. El gol queda en nuestra memoria y la entrega del equipo también, como así quedaron todas las ocasiones en que Eduardo Gutierrez nos ha perjudicado con los arbitrajes y no se cansa de hacerlo.
Sin dudas que el rendimiento de San Telmo una vez más ha sido para el olvido. Las lesiones y suspensiones comienzan a desarmar el plantel, como ha ocurrido la temporada pasada, y el recambio no parece el adecuado. De todas maneras, si hay que destacar algo que viene faltando y hace bastante en los reiterados jugadores que han vestido la camiseta azul celeste, es la entrega y el corazón que han puesto en lo poco que llevamos de torneo. Es cierto, tal vez sea lo menos indispensable para ganar más que perder, aunque sirve de base para de allí en más encontrar el verdadero equipo que comience a darnos alegrías.