UN FLAN...DRIA

Flandria - 2
San Telmo - 0

El Candombero sigue sin encontrar el rumbo en un momento clave de la temporada. Cayó ante otro rival directo dejando una imagen tremendamente preocupante, con falta de profesionalismo incluído.

Realmente no sorprendió la performance que mostró el elenco de Besada en la nublada tarde de Jauregui. Como en todos los partidos de este año, sacando pasajes de alguno de ellos, predominó el pobre nivel de juego y la escasa ambición de protagonismo. Con una defensa que por momentos parece sólida pero que se desconcerta con frecuencia, un mediocampo fracturado y sin esa "sopresa" por los costados que hace un tiempo lastimaba, sumado a una delantera totalmente desconectada del equipo y carente en absoluto de situaciones de riesgo a su favor. El presente de San Telmo pasó de ser una pequeña preocupación a una alarma que debe apagarse de manera urgente. Flandria, siendo paciente y aprovechando el peor momento del Candombero en el partido, arremetió con todo y se llevó un cómodo triunfo como local.
Inútil es realizar un análisis del encuentro cuando realmente el enfoque debe hacerse en torno a, primero a cuál es verdaderamente el objetivo del director técnico en cada partido (pareciera que en todos el punto es negocio) y segundo a las infantiles expulsiones que dejaron a Telmo disminuido dentro del campo de juego. No vamos a ser hipócritas y decir que de visitante y de acuerdo a como se desarrolle cada partido llevarse un punto no es importante. Pero ésto se da sucesivamente y, en la situación en que estamos, las victorias se necesitan juegue donde se juegue y tratando de no respetar religiosamente a todos los rivales de turno. Son esporádicos los momentos en que se busca el arco rival, y hasta parece hacerse con timidez y pidiendo permiso. En cuánto a las expulsiones, con el partido empatado el resultado todavía abierto, lo de Inda y Seevald (aunque la roja para éste se dio con el partido 0-1), dos jugadores de los cuales no se pone en tela de juicio su capacidad, fue de una falta total de profesionalismo. Abusaron de la violencia ante la vista de todos y sobre todo el árbitro y los asistentes, como queriendo ser expulsados voluntariamente, dejando a San Telmo regalado en la cancha y con bajas importantes para la próxima y fundamental jornada. Los goles, por incercia, llegaron uno atrás del otro y dando muestras de lo quebrado que estaba el Candombero en cancha, que terminó siendo "bailado" y al canto del "ole, ole" de la tribuna del Canario.
Es doloroso ver como, temporada tras temporada, éste lapso del campeonato (después de cada pretemporada) le cuesta tanto a San Telmo empezar con el rumbo firme. Es tarea del DT corregir el mismo y mostrarse entero y con convicción para sacar ésto adelante. Y por supuesto es tarea de los jugadores mentalizarse en que no se pueden dejar escapar más puntos de la manera en que se lo está haciendo.