15' Di Zeo, 27' Daolio, 73' Gauto
Italiano - 0
El Candombero goleó al puntero y lo bailó los 90 minutos para el delirio de su público. Jugó el mejor partido del campeonato y sigue más que ilusionado con zafar del descenso y la promoción. Figuras Di Zeo y Daolio.
Nadie daba dos mangos por el conjuntos de Fito Della Picca previo al encuentro. La visita, Italiano, llegaba con un invicto de 25 partidos y la punta en exclusiva soledad. Por tales motivos, San Telmo aparecía como un escollo fácil de sobrepasar, o al menos que no iba a llevar demasiadas complicaciones. Todos ellos se equivocaron, el Candombero esta vez fue el puntero e Italiano el equipo que pelea por salir del fondo.
Desde el inicio mismo el partido ya marcó tendencia, cuando Daolio hizo de las suyas por derecha y Sever no pudo conectar con violencia el pase atrás. San Telmo dominaba la pelota, estaba firme en el fondo y el mediocampo mordía por todos lados. Por eso, no tardó en llegar la apertura del marcador. Di Zeo, de excelente partido, arrancó el recorrido en mitad de cancha y con total libertad llegando a la medialuna se acomodó y la clavó al palo izquierdo de Anconetani, que fue el enviado especial de la tarde para ir a buscar las pelotas al fondo de la red. Todo era alegría pero la cautela se mantenía como una premisa en el conjunto local. El Tano poco pudo hacer en ataque. Britos, Saccone y Meza inquietaban arriba pero no llegaban a concretar ninguna situación de peligro. Y el Candombero lo enterraba mas aún cuando el Chucky Daolio guapeó y recuperó una pelota cerca del área, avanzó unos metros y encontró el hueco justo para colocar un remate formidable que estampó el segundo gol del partido. El puntero quedó desconcertado, no podía creer como el pobre le estaba propinando la paliza del campeonato.
La segunda etapa era para esperar la reacción del rival e intentar liquidarlo. Como era de prever, el Tano ya desde antés de finalizar el primer tiempo modificó su esquema para poner más gente en ataque. Le sirvió para meterse en campo de San Telmo, pero no para asumir el protagonismo ni llevar peligro al arco de Abraham, que estuvo muy seguro en todas las pelotas. La expulsión de Molina en el conjunto de Cachín Blanco facilitó las cosas para Telmo, que terminó de fusilar a su rival en una gran jugada colectiva que finalizó en los pies de gauto, cuando desde 25 metros y de espaldas al arco se la picó a Anconetani para marcar el gol más lindo del Candombero en el torneo.
Allí llegó el momento de la gente. Un público sufrido que fecha tras fecha hace cuentas con el promedio, pero que en esta oportunidad se olvidó por un rato de las calculadoras y deliró a rabiar el festival de goles y fútbol que le brindaron sus jugadores, y que además se dio el gusto de gritar el oooole como hace tiempo no lo hacía. Los únicos hechos que lamentaron fueron la expulsión de Vigna y la lesión del Chucky, que terminó con un esguince de tobillo.
Nadie nos quita la ilusión de zafar de todo, el rumbo está encaminado hace rato. Este equipo cambió su actitud desde el arribo de Fito y se nota en actitud, fútbol y resultados. Festejemos, la tarantela quedó para otro dia, hoy se armó el Candombe.