OTRA VEZ VOS, PRIETO

Los Andes - 1
80' Gimenez
San Telmo - 0

Cuando el partido se encaminaba a un claro empate, nuevamente apareció el demonio de Mario Prieto para amargar al Candombero. Como lo viene haciendo reiteradamente en contra nuestra, cobró un penal inexistente que le permitió al Milrayitas quedarse con la victoria.

No ocurrió hace mucho. Nos tenemos que remontar meses atrás para encontrar en el archivo aquel penal vergonzoso que el arbitro Mario Prieto cobró en favor de Sarmiento, y que en definitiva nos costó una derrota. Y no pareció conformarse con ese sólo. Ante el conjunto de Lomas de Zamora hizo de las suyas y cuando el encuentro pintaba para terminar en cero, Gimenez aprovechó el regalo y estampó la ventaja decisiva.
Vayamos por partes. San Telmo protagonizó el primer tiempo, tocó la pelota justificando el excelente estado del campo de juego, creó profundidad y tuvo chances claras para ponerse en ventaja. Un par de centros a la olla que Cecco no pudo conectar, un remate fuerte de Di Zeo que contuvo bien Luciano Diaz y un fuerte remate de Gauto que se fue cerca ante la mala salida del arquero rival. A todo esto, Sever encajaba perfecto en el circuito de juego y la defensa no pasaba sobresaltos, mas allá de la inquietante presencia del Tanque Gimenez, que molestó los 90 minutos.
El complemento arrancó con un ritmo distinto a la primera mitad. Ambos equipos parecieron medirse los primeros minutos del mismo, y fue Los Andes quién tomó la iniciativa. Con los cambios que metió, el DT Luis Blanco mandó adelante al conjunto local y Telmo se replegó solo, aunque también producto de la lesión de Sever que cambió la forma del equipo. Cecco y Ayala no paraban de correr en la delantera, y se sintió con el correr de los minutos ya que terminaron extenuados y no había casi esperanzas de crear peligro. El local se venía y Telmo lo dejaba. Francés, la figura del Candombero, juntó al resto del mediocampo, ya no podían contener los desbordes y el toqueteo de los creadores Milrayitas. Así y todo los de Lomas no creaban situaciones claras de peligro. Hasta que llegó el mamarracho de Prieto, que con cargo de conciencia por no haber cobrado un penal que sí existió minutos antes, le otorgó a Gimenez la posibilidad de poner desde sus pies la victoria sancionando una falta de las que él solamente suele ver. El partido ya no tenía pinta de cambiar de rumbo. San Telmo ya estaba agotado en el campo de juego y no tenía forma de llegar al arco de Diaz. El pitazo final provocó la primera derrota en el campeonato y, lógicamente, la bronca por no conseguir algún punto que hubiera sido justo por el trámite del encuentro.
Habrá que reveer la situación del arbitro Prieto. No puede ser posible que nos siga dirigiendo y arruinando partidos. Sus decisiones nos cuestan puntos, que a la larga se sienten. A pesar de que esta historia recién comienza, nuestro deseo es que jamás lo veamos arbitrando un partido de San Telmo.
FOTO: LA VOZ DE SAN TELMO