Almagro - 0
San Telmo - 0
Gigena intenta eludir la marca de Casini.
Mario Prieto, empecinado historicamente en destrozarnos, se quedó con las ganas de ver perder al Candombero. Cobró un penal inexistente, expulsó exageradamente a Ferreira y adicionó seis minutos. Telmo lo aguantó y se llevó un valioso punto.
Ese maldito bolillero, o ese maldito dedo que la mayoría de las veces designa a Prieto para dirigir un partido de San Telmo en esta oportunidad no obtuvo su deseado objetivo. Parecía estar todo planificado, pero el destino y la entrega de los jugadores santelmistas quisieron lo contrario. Pudo haber sido victoria candombera si se afilaba un poco más la puntería. Finalmente terminó en empate, por que Almagro no tuvo ideas y sólo contó con la complicidad del arbitro.
Tres de los cuatro refuerzos hicieron su presentación y cumplieron óptimas actuaciones, sobre todo Maxi Badell. Rápido, inquieto y pícaro, fue la pesadilla para el local los primeros 15 minutos de partido. Llegó hasta el fondo, mandó varios centros y hasta remato al arco en una ocasión. Vaccaría y Gigena siempre estuvieron al acecho dentro del área, y el colorado lo tuvo de movida con un zurdazo que se fue cerca. Almagro sólo se acercaba con bochazos cruzados y pelotas paradas, aunque dominó la pelota en el último tramo del primer tiempo.
Apenas comenzado el complemento aparecería la primera gran macana de Mario Prieto. Francés trabó normalmente una pelota con Vinaccia dentro del área pero para el arbitro fue un asesinato del jugador de Telmo, ya que rapidamente corrió señalando el punto del penal. Figueroa se encargó de ejecutarlo y Gambandé tapó con sus piernas el débil remate del enganche tricolor. El trámite siguió parejo hasta que nuevamente a Prieto se le encendió la lamparita. En una infracción leve, lejos del arco y sin violencia alguna amonestó por segunda vez al Malevo Ferreira, a quién ya parecía tener marcado desde los primeros minutos de partido. Así y todo, el Candombero se las rebuscó para refugiarse y encontrar alguna contra. Reinoso mandó a Francés de último hombre y Gauto ingresó por Sever para brindar mayor contención en el medio. Gigena quedó como único punta ante la salida de Vaccaría y tuvo la posibilidad más clara del segundo tiempo. La bajó de pecho en la medialuna, se sacó la marca de encima y remató fuerte y abajo para exigir la volada de Pave. Los desorbitados seis minutos de tiempo adicionado claramente le sobraron al complemento. Almagro nunca le encontró la vuelta y San Telmo dejó la sensación de que estaba para algo más.
Fue importante ver en acción a los nuevos jugadores. La falta de gol probablemente se va a curar con los delanteros que arribaron a la institución. El punto sirve de acuerdo a las circunstancias del encuentro, aunque la necesidad de comenzar a ganar lo antes posible ya se convierte en presión.