PLATA, CHAPA Y QUILOMBO (Columna de Opinión)

Las mujeres dicen que los hombres somos todos iguales. Estamos con una pero siempre queremos otra mejor, más linda e inteligente. Tal vez el amor quede en segundo plano, total la mirada de los demás va a elogiar la nueva elección. Quizá el tiempo indique que esa decisión no fue la acertada, y que todo aquello que construímos con el tiempo lo derrumbamos sólo por un capricho.
San Telmo también está en condiciones de decir lo mismo de sus entrenadores. Les da la posibilidad de trabajar tranquilos, sin presiones, y haciendo el mayor de los esfuerzos para contemplar todas las necesidades de un plantel profesional. Sin embargo las personalidades y conductas de quienes se eligen para dirigirnos futbolisticamente no se condicen con lo anterior descrito. Más dinero, más prestigio y dirigir un equipo "grande" son los deseos, parece. Que yo sepa tanto Boca, River, Independiente, San Lorenzo y Racing tienen a técnicos trabajando. ¿Que es más grande entonces? ¿Un año de trayectoria en el fútbol argentino es suficiente para tanta ambición? Resulta dificil entender que un director técnico que llegaba con nula experiencia en el ascenso, y a quién se le brindó toda la confianza en una situación altamente comprometida, responda en un raid mediático vergonzozo de manera despectiva y desagracecida, más allá de argumentar los buenos resultados deportivos que consiguió junto a los jugadores y a los cuales jamás le vamos a restar méritos.
Meter presión por los medios para conseguir un billete más o seducir a los equipos que están a la deriva y sin técnico parece la fórmula hoy en día. Ahora, ¿Es negocio (deportivamente hablando) emigrar a un equipo en crisis donde la presión va a ser constante y nadie te garantiza continuidad? A mi criterio, y teniendo en cuenta lo complicado que es mantener un proyecto a largo plazo, es conveniente mantenerse en el lugar donde las cosas salen bien y el apoyo es generalizado. Probablemente de la mano de éstos factores el dinero, el prestigio personal y la grandeza de una institución crezcan gradual y progresivamente.
Ni siquiera la situación daba para ésto. Con un contrato que pierde vigencia en pocos días tranquilamente se podía optar otro camino para no renovarlo, y de esa manera despedirse por la puerta de adelante. Así y todo, Gerardo Reinoso pasa a ser un técnico más en la gloriosa historia de San Telmo. Vendrán otros con su carpeta, su esquema táctico y sus jugadores, aunque en definitiva parecen ser todos iguales. Lo más importante es que estamos nosotros, aquellos que incondicionalmente vamos a estar siempre. Para los demás dejamos la plata, la chapa y el quilombo, que parece garpan más en estos tiempos.
Iván Szer, socio Nº928