Armenio - 1
El equipo que nunca entendió ni donde, ni a qué, ni como jugaba dio lástima una vez más y perdió el partido más importante de la temporada. El Candombero se queda en la Primera B, gracias a Dios, por que siempre existe alguien peor.
Es inconcebible lo acontecido en éste torneo. Es imperdonable desde cualquier punto de vista la campaña que realizó el plantel de San Telmo. Un año que se presentaba con viento a favor, donde las presiones parecían ajenas y la atención se focalizaba con objetivos claros de ingresar al reducido por el ascenso, pero que terminó en un calvario y luchando la permanencia una vez más. Desfilaron tres técnicos, repartidos en cuatro ciclos, como para reafirmar que a éstos jugadores no había con que darles. Realmente, díficil va a ser olvidar un campeonato que fue para el olvido.
No vamos a cansar de repetir que éste equipo fue mentiroso, nos engañó durante los 42 partidos. Desde aquel comienzo fugaz con una seguidilla de victorias que nos ilusionó por completo, a pasar a una de las peores rachas de la historia, con 19 encuentros sin victorias y actuaciones - actitudes no propias de profesionales. Gerardo Reinoso terminó su primer ciclo entre derrotas e internas con algunos jugadores del plantel, mientras que Gonzalo Gonzalez llegó con una metodología de trabajo completamente distinta que pareció no caber en la cabeza de los "players". Sin pena ni gloria pasó uno de los defensores más representativos del ascenso en la última década, ya que como director técnico no le encontró la vuelta a un plantel duro de domar. Que decir entonces de el "pobre" Ferraresi, que arribó luego de algunos fracasos previos pero con la chapa y experiencia en la divisional. No hubo caso, San Telmo bajo su tutela ni siquiera convirtió goles, con rendimientos individuales que hasta incluso dejaban dudas acerca de la relación del DT con el plantel, aunque no vamos a ponernos a plantear cuestiones éticas y a ésta altura incomprobables. A todo esto el "Turco" Pontelli tuvo si interinato, pero los jugadores se le rieron en la cara a uno de los máximos ídolos en la historia de la institución y ,con dos goleadas en contra en dos partidos disputados, dejaron nulas las posibilidades de continuar con aquel ciclo. Pero para poner las cosas en su lugar y recuperar la memoria de las primeras fechas y las últimas de la temporada anterior, la "Vieja" Reinoso regresó para quedarse e intentar dejar a Telmo en la B, objetivo que a esa instancia ya era una realidad. Una avalancha de victorias (cuatro) fueron el trampolín para pensar que el descenso y la promoción ya eran cosa del pasado, sin embargo una nueva racha tremendamente negativa, y en otra ocasión sin poder convertir goles, depositó a el Candombero a luchar con los rivales de los cuales arrancó, en los promedios, decenas de puntos encima al comienzo del torneo. La temporada se culminó de la peor forma, ya que con la derrota ante Armenio se demostró ser un equipo débil, sin referentes y con escasos recursos para jugar al fútbol. Veinte derrotas son una infinidad para un equipo que se formó con otros fines, pero que dejó en claro que nunca estuvo a la altura de las circunstancias.
Ya hubo un Cambaceres, un El Porvenir, un Talleres de Escalada, un Central Córdoba y un Deportivo Español. De yapa se sumaron, sin que lo busquemos, un Almagro y un Los Andes. Siempre hay alguno peor, pero no es bueno apostar a ello. Algún día ese "peor" no va a existir, y lamentablemente el descenlace puede ser fatal. Esperemos que los próximos que se pongan la azul celeste tengan el honor y el orgullo de vestirla. Los únicos y absolutos responsables de esta campaña son los jugadores, no busquen ni atrás, ni adelante ni a los costados. El festejo no es tan festejo, es un sabor extraño donde una mezcla de sensaciones nos esbozan una sonrisa al permanecer en la B pero nos hacen amargar al instante cuando la foto del equipo se aparece en la mente. Gracias por nada, hasta nunca. Se terminó un ciclo.
Es inconcebible lo acontecido en éste torneo. Es imperdonable desde cualquier punto de vista la campaña que realizó el plantel de San Telmo. Un año que se presentaba con viento a favor, donde las presiones parecían ajenas y la atención se focalizaba con objetivos claros de ingresar al reducido por el ascenso, pero que terminó en un calvario y luchando la permanencia una vez más. Desfilaron tres técnicos, repartidos en cuatro ciclos, como para reafirmar que a éstos jugadores no había con que darles. Realmente, díficil va a ser olvidar un campeonato que fue para el olvido.
No vamos a cansar de repetir que éste equipo fue mentiroso, nos engañó durante los 42 partidos. Desde aquel comienzo fugaz con una seguidilla de victorias que nos ilusionó por completo, a pasar a una de las peores rachas de la historia, con 19 encuentros sin victorias y actuaciones - actitudes no propias de profesionales. Gerardo Reinoso terminó su primer ciclo entre derrotas e internas con algunos jugadores del plantel, mientras que Gonzalo Gonzalez llegó con una metodología de trabajo completamente distinta que pareció no caber en la cabeza de los "players". Sin pena ni gloria pasó uno de los defensores más representativos del ascenso en la última década, ya que como director técnico no le encontró la vuelta a un plantel duro de domar. Que decir entonces de el "pobre" Ferraresi, que arribó luego de algunos fracasos previos pero con la chapa y experiencia en la divisional. No hubo caso, San Telmo bajo su tutela ni siquiera convirtió goles, con rendimientos individuales que hasta incluso dejaban dudas acerca de la relación del DT con el plantel, aunque no vamos a ponernos a plantear cuestiones éticas y a ésta altura incomprobables. A todo esto el "Turco" Pontelli tuvo si interinato, pero los jugadores se le rieron en la cara a uno de los máximos ídolos en la historia de la institución y ,con dos goleadas en contra en dos partidos disputados, dejaron nulas las posibilidades de continuar con aquel ciclo. Pero para poner las cosas en su lugar y recuperar la memoria de las primeras fechas y las últimas de la temporada anterior, la "Vieja" Reinoso regresó para quedarse e intentar dejar a Telmo en la B, objetivo que a esa instancia ya era una realidad. Una avalancha de victorias (cuatro) fueron el trampolín para pensar que el descenso y la promoción ya eran cosa del pasado, sin embargo una nueva racha tremendamente negativa, y en otra ocasión sin poder convertir goles, depositó a el Candombero a luchar con los rivales de los cuales arrancó, en los promedios, decenas de puntos encima al comienzo del torneo. La temporada se culminó de la peor forma, ya que con la derrota ante Armenio se demostró ser un equipo débil, sin referentes y con escasos recursos para jugar al fútbol. Veinte derrotas son una infinidad para un equipo que se formó con otros fines, pero que dejó en claro que nunca estuvo a la altura de las circunstancias.
Ya hubo un Cambaceres, un El Porvenir, un Talleres de Escalada, un Central Córdoba y un Deportivo Español. De yapa se sumaron, sin que lo busquemos, un Almagro y un Los Andes. Siempre hay alguno peor, pero no es bueno apostar a ello. Algún día ese "peor" no va a existir, y lamentablemente el descenlace puede ser fatal. Esperemos que los próximos que se pongan la azul celeste tengan el honor y el orgullo de vestirla. Los únicos y absolutos responsables de esta campaña son los jugadores, no busquen ni atrás, ni adelante ni a los costados. El festejo no es tan festejo, es un sabor extraño donde una mezcla de sensaciones nos esbozan una sonrisa al permanecer en la B pero nos hacen amargar al instante cuando la foto del equipo se aparece en la mente. Gracias por nada, hasta nunca. Se terminó un ciclo.